Canales como Youtube, que es el más conocido, pero no el único, se llenan de vídeos absurdos de gente que se cae y gatos que hablan. Cualquier cosa que grabes sirve para que miles de personas te conozcan.
Aquellos que dijeron que en el futuro, todos seríamos famosos por quince minutos, no tuvieron en cuenta que hay quien se conforma con menos, en concreto, con unos megas, como oí decir una vez a Ismael El-Qudsi. Lo importante ahora es que nos vean, aunque sea haciendo el ridículo.
A pesar de todo, no quiero decir que dude de los contenidos de calidad en la era audiovisual, pero internet ha traído consigo algo bueno y algo malo, como decía José Luis Orihuela, uno de los gurús de la blogosfera: Lo bueno es que todos podemos participar. Lo malo, que podemos participar todos.
Tu blog me resulta muy interesante... Continua asi..
ResponderEliminarGracias, WJ ;-)
ResponderEliminarMuy de acuerdo con el artículo. Ante algunas de las escalofriantes noticias que nos asaltan últimamente, habría que plantearse si Internet no ha agravado las peores cosas de los humanos al facilitar nuestras ansias de notoriedad.
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