miércoles, septiembre 23, 2015

Terrorismo contra el Patrimonio

Ataques del ISIS al Patrimonio en Siria e Irak- Infografía

Hablar de Siria debería ser hablar de Babilonia, de Persia, de Egipto, de Alejandro Magno, del Imperio Bizantino, de Patrimonios de la Humanidad. Hablar de aquella zona del mundo debería ser hablar de la civilización Asiria, que ocupó el norte de la antigua Mesopotamia (hoy, Irak).

Pero hoy en día, hablar de aquello es hablar de guerra civil, de más de 300.000 muertos y millones de refugiados que ahora vemos un día si y otro también en los informativos. Hablar de Siria e Irak, de la ruta que en la antigüedad conectó Oriente y Occidente, es hoy hablar de conmoción y de destrucción de cultura. 

Esto último puede parecer baladí, al lado de las vida humanas, al lado de toda esa gente que intenta desesperadamente saltarse las fronteras para huir de sus propias casas. Pero no lo es. La decadencia del ser humano va unida a la destrucción de su pasado.

La manía de destruir monumentos y símbolos históricos no es nueva. Por citar una famosa, en el siglo XIV Muhammad Sa'im al.Dahr destruyó la nariz de la Esfinge de Giza enfadado porque la gente le hacía ofrendas. Y es que la interpretación extremista (insisto, radical) del Islam supone que la veneración de estatuas e imágenes es idolatría y hay que acabar con ello. Pero la realidad es que esa idea, en la actualidad sólo ha servido de excusa religiosa (que no motivo) para que algunos hagan  demostración de fuerza y poder. Y de paso, para robar reliquias y venderlas en el mercado negro internacional, con las que financiar su particular forma de "lucha" o, dicho más claro, el terrorismo yihadista.

Es así, Siria lleva más de cuatro años en guerra civil y todas los países de alrededor están envueltos en conflictos similares en los que los extremistas están financiándose con el petróleo, con secuestros pero también con la venta de objetos antiguos. Esos que dicen que hay que destruir porque van en contra de su religión. Debe ser que si dan dinero, ya se pueden permitir.

La situación es más complicada de lo que parece (y ya parece bastante complicada). Sólo en Irak, el autodenominado Estado Islámico (ISIS), controla ya 1.800 de los 12.000 sitios arqueológicos registrados en el país, lugares que reflejan, entre otras cosas, el amplio y rico patrimonio que nos dejó el Imperio Asirio. Lo que ayer era historia, hoy se han convertido en "representaciones idólatras".

Ya durante la guerra de Irak, en 2003, el Museo Nacional de Bagdad "perdió" 15.000 piezas en saqueos, por lo que ha pasado (prácticamente hasta ahora) muchos años cerrado. Aún antes, en 2001, pudimos ver las primeras imágenes de destrozos culturales que sólo eran un preludio a lo que vendría después. En Bamiyán (Afganistan), los talibanes destruyeron con dinamita y cañones antiaéreos las antiguas estatuas de Buda, excavadas en los acantilados del Valle durante el Siglo VI.

Desde entonces, el ISIS se ha encargado de que enclaves bizantinos al sur de Alepo, el Crac de los Caballeros, monasterios católicos del siglo X, templos suníes y mezquitas chiíes, las catedrales de Caldea y la ortodoxa Siria de Mosul, - símbolo de la herencia cristiana asiria -, y un largo etcétera, hayan sido saqueados y destruidos. Nimrod, construida en el siglo XIII a.C., uno de los enclaves más relevantes de Irak, fue arrasada sin más. Hatra, declarada Patrimonio de la Humanidad, vio como los radicales disparaban contra las estatuas como en un pelotón de fusilamiento reduciendo la arquitectura grecorromana a tierra. En Khorsabad, antigua capital Asiria alrededor del 700 a.C., varios edificios históricos han desaparecido.

Entre los más famosos, está el saqueo al Museo de Mosul en febrero de este mismo año, en el que acabaron con obras de hasta 3.000 años de antigüedad con mazos y taladros, entre las que se incluían las famosas figuras de los toros alados de Nínive, aunque el director del mismo aseguró que todo eran copias. Se lo veían venir.

No eran copias lo que destruyeron en Palmira. El templo del siglo I a.C. voló por los aires. Las imponentes estatuas del Siglo II han desaparecido, el santuario de Abu Behaedin, que tenía 500 años, ha sido destruido. Todo el patrimonio de la antigua ciudad situada en el desierto Sirio, hoy se confunde con la arena.

Según la ONU, 24 ciudades (históricas) han sido ya destruidas, 189 dañadas gravemente, y en 77 más aún no se han evaluado los daños.

Miles de vidas humanas y cientos de años de historia. 

Desaparecidos. 

lunes, septiembre 14, 2015

Tesla, el inventor olvidado

Inventos de Tesla - infografía


Este mismo año, desde Estados Unidos se dijo que iban a realizar pruebas con el "Rayo de la Muerte". Suena a broma, o a película de ciencia ficción, pero no. El Rayo de la Muerte fue una máquina enorme ideada por Nikola Tesla durante la I Guerra Mundial, y que a través de 60 millones de voltios era capaz de arrasar... pues eso, todo. Supuestamente, porque la máquina nunca terminó de construirse.

Es posible que no sepáis de que hablo porque, como tantos otros trabajos del inventor, quedaron en la sombra de la historia, donde no se le dio, desde luego, la importancia que merecía. 

No todo lo que hizo Tesla tenía un enfoque bélico (e incluso él justificaba que el Rayo de la Muerte tampoco lo tenía, pero eso es otra historia). La realidad es que Nikola Tesla es el gran olvidado, a pesar de haber ideado la corriente alterna (eso que tenemos todos en casa ahora, con lo que se hace posible que, al darle al interruptor, se encienda la bombilla, ¡tachán!), el control remoto (y lo tomaron por loco), o la radio. Sí, la radio. ¿No era Marconi? Pues no, un tribunal anuló la patente de Marconi en plena II Guerra Mundial tras comprobar que, efectivamente, el invento de Tesla (la radio, la misma radio), era anterior. Pero para entonces, Marconi ya tenía un Nobel por ese invento y, lo que es peor, ambos habían fallecido, por lo que la sentencia es meramente testimonial.

Los problemas con Edison no le ayudaron, precisamente, lo que provocó que, entre una cosa y otra, Tesla quedara en el olvido para muchos.

Para que lo entendáis mejor:

viernes, septiembre 04, 2015

Libros sin lectores

Infografía - Cierres de librerías en España


El próximo mes de diciembre, la librería Negra y Criminal de Barcelona cumpliría 13 años. Digo cumpliría, porque sus propietarios han anunciado que el 3 de octubre echan el cierre. Tristemente, no son el único caso. Según los datos del gremio, dos librerías cierran al día en España.  
Irónicamente, dicen que estamos en la época del auge de la novela policíaca. Pero es un "auge" entre comillas, porque la realidad es que el 55% de los españoles no lee nunca o sólo a veces. De poco sirve que un género literario despunte sobre los demás cuando no hay nadie para leerlo. A eso se le suma la subida de los precios, lo digital, la piratería, el aumento exponencial de grandes superficies que nos hacen olvidarnos de las librerías de toda la vida (aunque nos vendan más libros de autoayuda que literatura)... Un sinfín de despropósitos.

Curiosamente, el libro es la primera industria cultural en España, pues aporta el 0,7% del PIB.
Y ahora pensemos en que todos nos echamos las manos a la cabeza cuando suben el cine y protestamos porque la industria está sufriendo la crisis. Ponen el grito en el cielo actores, directores, productores, y el propio público, quejándose de la piratería, de la subida de impuestos, de todas esas cosas que están dinamitando la industria cultural. Pero asistimos callados a la agonía de los libros sin que nos preocupe demasiado.


El año pasado, abrieron 226 librerías. 226 valientes que pusieron el cartel de abierto para luchar contra viento y marea. Pero frente a esa cifra, un total de 912 cerraron. Sólo en un año. En suma, en los últimos cuatro años la industria del libro ha perdido 163 millones de euros.

Personalmente, soy defensora de los libros digitales y creo que es muy cómodo poder lleva muchos libros en muy poco espacio a cualquier parte. Sin embargo, no dejaré de preferir un libro en papel, el olor de sus páginas, el diseño de su portada, la magia de pasar las hojas para descubrir una historia. Tengo ebook y lo utilizo a menudo, pero en mi casa os puedo asegurar que vivo reestructurando estanterías para que me quepan más libros. Estoy segura de que no soy la única.

Hace tiempo que manifesté que aquello de "la muerte del papel" no sería nunca 100% real, igual que no desapareció la radio cuando surgió la televisión. Quiero seguir c
reyendo que será así. Quizá la acción deba ir encaminada a incentivar la lectura, ya entre los más pequeños, o a concienciar de que los libros también dan de comer a gente y también redundan en riqueza para este país. Quizá haya que pensar otras formas de reinventarse. Quizá.

Por lo pronto, con la que está cayendo, lo importante es que esos 226 que abrieron el año pasado resistan el embiste, y año a año, vuelvan a ser más.

Hasta Siempre a Negra y Criminal. Ánimo a los que se quedan.