lunes, octubre 09, 2006
Cómo contar la historia
Hay muchas maneras de contar la historia, pero desde luego, nadie aprenderá más de ella que el que la vivió.
El que no se lo crea, que me diga si ha olvidado como humeaban las torres del World Trade Center el 11 de Septiembre de 2001. Que me diga que no se quedó, como millones de personas más en todo el mundo, mirando la televisión sin ser capaz de creer que al otro lado del charco, estaba pasando lo que veíamos. Que me digan si han olvidado eso.
Hemos visto, desde entonces, cientos de libros, miles de reportajes, otros tantos especiales sobre los sucesos, pero ahora llegan hasta nosotros dos películas que no se limitan a recordarnos aquello. Además, nos implican.
La primera, United 93, de Paul Greengrass, estrenada el pasado septiembre, nos sube, casi literalmente, al avión que los pasajeros estrellaron en un campo de Pensilvania, antes de llegar a su objetivo: La Casa Blanca. Una historia de valentía que pone la piel de gallina. Y mira que hemos visto veces las imágenes de los aviones secuestrados, pero nos seguirán cogiendo desprevenidos.
La segunda película, estrenada hace poco, es una visión completamente distinta. O mejor dicho, desde un punto de vista completamente distinto. Tanto, que nos muetra la parte más humana y más dramática de los policías que se quedaron debajo de los escombros cuando entraron en las torres a evacuar a la gente. El film de Oliver Stone, World Trade Center, lleno de imágenes reales de aquellos momentos, nos hace olvidar por un momento que estábamos en casa mirando la televisión y nos hace creer que estabamos en casa, pero esperando noticias de los policías desaparecidos, que bien podían ser familia nuestra.
Dos historias para contar La Historia. Lo mejor, ver las dos partes, los dos puntos de vista. Desde el avión y desde las torres. Como siempre, para conocer la historia, lo mejor es conocerlo todo, no solo una parte.
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