Hablemos de talante

Según la RAE, esa palabra que nadie conocía hasta hace poco más de un par de años, talante, significa:



(Del ár. hisp. ṭál‘a, y este del ár. clás. ṭal‘ah, aspecto, infl. por semblante).
1. m. Modo o manera de ejecutar algo.
2. m. Semblante o disposición personal.
3. m. Estado o calidad de algo.
4. m. Voluntad, deseo, gusto.

Bien los la podían haber enseñado en Barrio Sésamo, pero tuvimos que esperar hasta el Gobierno de Zapatero para aprenderla. Muchos han sido los intentos de Jose Luis Rodríguez Zapatero para que todos nos contagiásemos de esa buena disposición para hacerlo todo. El intento no es malo, pero no se puede decir que nos haya contagiado mucho. Y justo cuando creíamos que Gobierno y Oposición iban a hacer algo bien, que se iba a hacer uso, por fin, del talante, aparece este titular: "El Gobierno informó media hora antes de la reunión del viernes a la prensa que a Rajoy" (ABC) También El País titulaba: "El Gobierno informó a la prensa antes que al propio Rajoy de la reunión entre éste y Zapatero"

Bien es verdad que el Gobierno, tras reconocer esa metedura de pata, le ha pedido perdón a Rajoy. Pero eso no es talante, querido Zapatero.
Esperemos que, al menos, se saque algo en claro de la reunión que se va a celebrar, después de nueve meses de pataletas entre ambos partidos. Eso sí que sería tocar El Gordo de Navidad. Un Gordo con talante.