miércoles, octubre 03, 2007

Crónica internacional

Dice Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, en Chile, que hay cosas en la oposición de su país que sobran. Qué equivocado está al creer que sólo sobran cosas en la oposición, y sobre todo, al creer que sólo sobran allí.

Que le pregunten a los que estaban en la playa de Gaza, que hoy se levantaba sin conocer los motivos del atentado sufrido ayer al atardecer. Y qué importan los motivos, en realidad, cuando hay tres personas que pierden la vida.

En cuestión de motivos, hasta llevar dólares en el bolsillo puede ser razón suficiente para que te ahorquen. O si vas a un lugar donde la pena de muerte no existe, pueden optar por que pases setenta años en la cárcel por robar 18 céntimos de euro, o detenerte por no regar el jardín de casa, que no es tan cruel, pero tiene su miga.

También se le puede preguntar a la antigua Birmania que casi no le importa a nadie, porque ya nos estamos acostumbrando a ver barbaridades. Importa tan poco, que casi nadie sabe que ya no se llama Birmania, sino Myanmar, aunque no todos los gobiernos reconocieron al país por ese nombre en 1988, cuando se produjo el cambio. Desde allí nos llegan ecos de la oposición en el país, que ha denunciado la detención de 147 políticos que molestaban. Llegan ecos de peticiones de asilo político, debidas a la salida precipitada del país, de gente que aún mantiene la cabeza en su sitio y se niega a asesinar monjes. Y noticias de periodistas desaparecidos, de una censura que no sabemos hasta donde puede llegar, A pesar de todo, las voces del periodismo ciudadano, que intenta hacer de megáfono a esas denuncias, siguen siendo pocas.

¿Dónde estará McClane en momentos como estos?

Después de todo esto, casi parece poco importante que en este país siga aumentando el abandono escolar (todos los preferimos tontos que muertos), que los medios de comunicación sigan en guerra (al menos sólo es dialéctica, por ahora), que el problema inmobiliario pueda llegar a ser grave en 2008 (lo dice El Economista, no lo digo yo), o que la Unión Europea nos vaya a multar por déficit de banda ancha (sí, aunque no lo creas, en otras zonas de Europa Internet funciona).

Y en cuanto a manipulaciones, preferimos que se den sólo en fotografías, y que sea para tapar los carteles de la competencia, aunque eso signifique la multiplicación de los colchoneros.

Mientras, en algunas partes del mundo hay gente preocupada por comunicarse con los muertos (si es que lo son), incluidas princesas (no, Doña Leticia no es, tranquilos), y en otras, como en China, se preocupan por las mentes sucias, que hay unas cuantas, y temen que la publicidad puede hacer que sus ciudadanos tengan pensamientos impuros. Por eso prohíben hasta los anuncios de sujetadores. Y es que en China ya censuran hasta al Papa.

Así, no me extrañaría que estallase un motín a bordo. Menos mal que aún quedan pequeños héroes en el mundo, que son capaces de sobrevivir antes las adversidades, aunque tengan tres años y estén en medio de la selva amazónica durante 12 días. El secreto, creo yo, está en no darse por vencido.

Por eso, cuando veo la lista de países sin ejército, no sé si pensar que son afortunados o que no saben dónde se están metiendo.

Tenía razón Cerf, lo que hay que arreglar no es Internet, es la sociedad.

2 comentarios:

  1. Anónimo2:46 p. m.

    ¿Por qué me da que hoy ha sido un día movidito?

    ¡Que paren el mundo que me bajo!XD

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  2. Anónimo8:27 p. m.

    Enhorabuena por el artículo.
    Lo que no entiendo es cómo Noruega, que es uno de los principales paises productores de petróleo y gas, no tiene una dictadura, grandes escándalos políticos o lo intentan invadir otros paises más poderosos militarmente. ¿Será que la educación de los ciudadanos y la idea de comunidad tienen algo que ver?

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A ver qué me dices, eh? ¡Todo tuyo!