domingo, abril 20, 2008

Inglaterra y los mercurius

El siglo XVII se caracterizó por la abundancia de periódicos en Inglaterra, de diferentes ideologías, a pesar de los intentos de Carlos I por censurarlos y, en definitiva, por restringirlos. Pero, ¿por qué la mayoría se llamaban Mercurius?

La mayor parte se destinaban a la información política, como el Mercurius Británicus, el Mercurius Aulicus y el Mercurius Civilis. Cada uno de ellos surge para defender unas ideas concretas, ya fuesen las causas parlamentarias o las monárquicas, en una época en que los enfrentamientos sociales y políticos en el país eran la tónica común.

Mercurius, palabra que deriva del latín, y cuya traducción sería Mercurio, hace referencia al mensajero de los dioses griegos, también conocido como Hermes. Según la tradición, a Mercurio se le atribuye un símbolo: el caduceo, del griego kadux que significa heraldo o embajador. Ya en la antigua Grecia, el caduceo era utilizado por dichos heraldos y embajadores como señal de inviolabilidad personal, como personificación de mensajeros de los dioses.

En este sentido, Mercurio es considerado el dios de los mercados, patrón del comercio y del juego de dados. También se le atribuyó la creación de la lira, el alfabeto, los números, la gimnasia, el pesaje y las medidas, siendo además dios protector de los caminos, de las calles, las plazas, protector de los cambios, el tráfico y el comercio en general.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el símbolo de Mercurio, el caduceo, como "vara delgada, lisa y cilíndrica rodeada de dos culebras, atributo de Mercurio. Los gentiles la consideraron como símbolo de la paz y hoy suele emplearse como símbolo del comercio".

La relación de este símbolo con el periodismo, o más concretamente, con las publicaciones, surge en el siglo XVI con el impresor alemán Froeben, quien comenzó a usar el caduceo como sello distintivo de su establecimiento.

Siguiendo el ejemplo de Froeben, el aristócrata William Butts, médico del rey Enrique VIII de Inglaterra, lleva hasta ese país el símbolo de Mercurio, incluyéndolo en su escudo nobiliario. Este símbolo perduró y se llevó incluso a la Casa Editorial de Libros Médicos J.S.M. Chuschill tres siglos más tarde.
El símbolo de Mercurio, por lo tanto, se podría vincular a las publicaciones del país por varias razones: un motivo sería la relación entre William Butts con la aristocracia y la monarquía, reforzada más tarde por la vinculación entre la monarquía y los parlamentarios, dueños de las cabeceras más importantes del país.
Otra razón es la asociación inevitable de ese símbolo con el “mensajero”, en el sentido mitológico original de la palabra Mercurio, papel que desempeñaban en ese momento las publicaciones del país: llevar los mensajes de la monarquía o del parlamento al pueblo, dando a conocer, así, sus ideas. Por otro lado, estaría la ya citada relación de este sello con la imprenta debido a Froeben, ya que los periódicos tal y como se conocen en esa época no serían posibles sin la existencia de los nuevos métodos de impresión.

Todo ello, puede ser la causa de que la palabra Mercurius se transmitiese a lo largo de los años, igual que lo hacen muchas tradiciones, hasta aparecer asociada a las publicaciones existentes en el país en aquella época.

Sin embargo, que este sea el motivo de los nombres de las cabeceras inglesas del siglo XVII tampoco es algo seguro. La palabra Mercurio tiene múltiples significados, tanto para la mitología como para la historia, y se puede encontrar asociada tanto a un planeta como al nombre de un Papa del siglo VI. Pocos de estos significados tienen una relación estrecha con las publicaciones, aunque sí podrían considerarse indicios de esta relación respecto a uno de sus significados, ya que el mercurio es también una medida, correspondiente a 110 x 77 centímetros.
Por ello, existe la posibilidad de que los Mercurius hiciesen referencia al tamaño de las publicaciones, que posiblemente sería el mismo para todas, igual que en la actualidad se considera signo de prensa de calidad el formato sábana entre la prensa británica, y por ello, es el formato predominante.

2 comentarios:

  1. Interesantísimo! Muy curioso que incluso la pérfida Albión usase referencias tan clásicas.

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  2. Anónimo7:24 p. m.

    Yo misma, ten en cuenta que de esto hace mucho tiempo ;-)

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A ver qué me dices, eh? ¡Todo tuyo!