Ahora sí. Las cuatro primeras conclusiones del trabajo que os comentaba estos días sobre los blogs son las siguientes:
- Publicar no es igual a informar. El periodismo, la investigación, elaboración y difusión de información, necesita tiempo, recursos y una actitud ética y profesional. Los blogueros no tienen por qué tenerla. Hay bitácoras que hacen periodismo y otras no. No es el periodismo lo que define a los blogs, sino la comunicación interpersonal.
- El buen periodismo necesita contenido propio, información única, exclusiva y diferenciada. Las bitácoras no. Publicar con más facilidad y menos coste es bueno para todos excepto para quienes temen las opiniones y la información. Cuanta más facilidad de publicación y menos poder de censura, más libertad.
- Muchos blogueros no quieren ser periodistas profesionales, sino ciudadanos que se expresan y opinan sobre los asuntos que les son próximos, sin la rigidez y los requisitos de la información factual y de actualidad. Muchos ni siquiera aspiran a informar. Simplemente, quieren comunicar a otros sus impresiones, vivencias, etc.
- Los weblogs se han hecho visibles ante los medios masivos y han comenzado a aparecer secciones fijas dedicadas a su cobertura, además, se han convertido en un tema de investigación en el ámbito de la comunicación y configuran en el temario de buena parte de las conferencias académicas del sector. La blogosfera hispana está desarrollando un fuerte sentido de comunidad. La influencia de un weblog se mide en visitas, pero también por la cantidad de enlaces de entrada que recibe, que supone el valor que les asignan los buscadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
A ver qué me dices, eh? ¡Todo tuyo!