Los
medios de comunicación se apresuraron a ponerle un nombre para intentar
personificar el horror que se estaba viviendo en sus calles, donde se cometieron 16 asesinatos entre 1968 y 1985.
Florencia,
en Italia, fue el escenario de aquellos 8 actos criminales en los que se
mataron personas de dos en dos, siempre
con el mismo modus operandi: un disparo y puñaladas posteriores. El
lugar nunca fue el mismo, cada uno de aquellos 8 asesinatos dobles tuvo su
propio escenario. El arma si fue la misma, aunque quizá la puntería de su
porteador dejaba mucho que desear. Se encontraron en total 66 proyectiles en
las 8 escenas del crimen.
La
investigación se prolongó casi 10 años, en los que se interrogaron miles de
sospechosos. Todo parecía tan retorcido y tan difícil de atar que se llegó a
pensar que había más de un culpable y que todos ellos pertenecían a una secta
satánica, o que habían sido contratados por una. Muchas teorías que siguió la
policía en sus investigaciones llevaban a esa idea, de hecho, pero ni siquiera
así fue posible descubrir a los autores. El monstruo era como un fantasma.
Durante
aquella época, Florencia vivió un aumento de los delitos de sangre, sin móviles
aparentes, ni rastro de organizaciones delictivas o mafiosas. Hay quien llegó a plantear la posibilidad de que el Monstruo de
Florencia no sólo estuviese llevando a cabo aquellos asesinatos rituales, sino
que, como una forma de despistar, llevaba a cabo otras muertes con diferentes
modos de proceder. Pero nada podía relacionar todos aquellos crímenes que se
cometieron en Florencia durante casi dos décadas. El único denominador común
fue la crueldad y la forma sigilosa de actuar.
El
abogado de Pietro Pacciani, el principal sospechoso, anunció la publicación de
un libro en el que aseguraba explicar “toda la verdad” sobre el caso. Fue él
quien reforzó la idea de que las muertes habían sido ordenadas por los miembros
de una secta satánica, que utilizaba los órganos de las víctimas para sus
macabros rituales.
En el
año 2001 el caso se volvió a retomar para sorpresa de muchos, pues al parecer,
aparecieron nuevas pistas que se encaminaban a recuperar aquella teoría de la
secta.
Pero la
realidad es que a día de hoy, casi 50 años después, el caso sigue sin
resolverse.
Si quieres conocer más detalles sobre este caso, pásate por nuestro podcast de este mes desde aquí.
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