El protagonista de esta semana es El Vampiro de Dusseldorf, cuyo nombre real era Peter Kürten, un asesino en serie que aterrorizó a la opinión pública a comienzos del siglo XX.
Tercero de trece hermanos, Kürten se crió en una familia extremadamente pobre donde el padre, alcohólico y violento, maltrataba continuamente a su madre. Quizá sea leyenda, pero se dice que su primer asesinato lo cometió a los 9 años, aunque es algo muy difícil de comprobar. Lo que sí se conoce a ciencia cierta es que estuvo en la cárcel varias veces durante toda su vida, desde jóven, por diferentes delitos y que tiene un amplio historial de maltrato animal a sus espaldas.
El primer asesinato que se conoce se produjo en 1913, cuando degolló a una niña que encontró dormida en una casa en la que pretendía robar, asesinato del que salió impune en aquel momento. No obstante, hubo un periodo de enfriamiendo y no fue hasta 1925 que comenzó su carrera como asesino en serie, llevando a cabo varios asesinatos, sobre todo de niñas y, en algunos casos, de mujeres jóvenes, y bebiéndose la sangre de algunas de sus víctimas, costumbre que le valió el sobrenombre de Vampiro. Su carrera se recrudeció aún más en 1929, año en que asesinó a una niña de 8 años, a dos hermanas de 5 y 14 años, a una mujer y a una niña de cinco años, que se convirtió en uno de sus asesinatos más sonados, ya que el propio asesino hizo llegar al periódico local una carta con el mapa de la tumba de la pequeña.
Fue el propio Kürten quien confesó a su mujer los asesinatos al verse acorralado, y fue ella quien lo entregó a la policía.
¿Quiéres saber más cosas sobre el Vampiro de Dusseldorf?
En el podcast de esta semana te contamos todos los detalles de su carrera como asesino en serie, cómo acabó, y la película de 1931 que inauguró el cine sonoro y que mostraba los entresijos de esta cruel historia.
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