n diciembre de 1975, Ronald Defeo fue juzgado por el asesinato de sus padres y hermanos en su casa de Amityville mientras dormían. Poco después, una familia, los Lutz, compraron la mansión. Una casa de tres pisos, con jardín y embarcadero propio, cerca del mar, por un precio increíble. Era la casa perfecta. Duraron en ella 28 días. Ni un mes pasó cuando salieron de allí aterrorizados y dejando atrás sus pertenencias. Aseguraron que era imposible vivir allí porque sufrían constantes fenómenos paranormales. Esa afirmación reforzaba la idea de que Defeo se había visto obligado a asesinar a su familia movido por fuerzas demoníacas, y ha elevado al número 112 de Oceans Avenue a casa embrujada por excelencia. Aunque la historia, partiendo de esa base es increíblemente llamativa y de ahí su éxito, hay que tener en cuenta varios detalles para empezar:
- Como hemos comentado, el asesinato de los padres y hermanos de Ronald Defeo a manos de este último fue algo premeditado y preparado.
- La casa fue comprada de nuevo, después de la huida de los Lutz, y ninguno de los inquilinos que ha llegado después ha asegurado vivir nada raro allí.
- Tanto la policía, como el sacerdote que supuestamente había hecho los exorcismos en la casa (según dijeron los Lutz) desmintieron haber recibido llamadas de la familia durante el tiempo que permanecieron allí, a pesar de que ellos aseguraban lo contrario.
Pero volvamos a la historia. Los Lutz aseguraron sufrir fenómenos extraños desde el primer día, incluida la aparición de fantasmas y ¡aún mejor! un cerdo que se le aparecía a la hija pequeña y que, según los expertos, por llamarlos de algún modo, era una personificación del demonio. Los ruidos les despertaban siempre a las 3 y cuarto de la mañana, la misma hora a la que se habían cometido los asesinatos.
De todo esto, "curiosamente", surgió un libro, titulado Horror en Amityville, escrito por Jay Anson. Por ello, entre otras cosas, muchos aseguran que los Lutz tenían un interés oculto. Incluso hay quien asegura que tenían un trato con el periodista que sacó el libro y con el abogado de Ronald Defeo, para dar credibilidad a la versión de este último sobre las muertes de su familia.
Fuera verdad, mentira, o sugestión lo que vieron y vivieron en aquella casa, el hecho es que esta familia le sacó muchísima rentabilidad a una historia que ha resultado ser, y sigue siendo, muy jugosa para los amantes de lo paranormal, para los curiosos, e incluso para Hollywood, que ha sacado ya hasta doce películas sobre las fuerzas malignas que habitan en la casa.
El caso es que los inquilinos que llegaron después no han tenido que lidiar con fantasmas, pero sí con centenares de curiosos que quieren ver la famosa casa encantada.
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