viernes, febrero 24, 2017

Neoludismo

Hay quien asegura que la estancia en Harvard de Theodor Kaczynski - conocido más tarde como Unabomber - fue la que marcó el resto de su vida y de sus decisiones. Con tan sólo 16 años y recién llegado a la universidad, participó en una investigación éticamente dudable, dentro de una especie de programa de control mental subvencionada por la CIA, donde se sometió a una veintena de chicos a un experimento encubierto. Lo que ellos creían es que iban a hacer un análisis de su propia visión del mundo y su personalidad para debatir luego esas ideas con sus compañeros. Lo que les hicieron en realidad fue soportar, cada uno por separado, ataques psicológicos monitorizando sus reacciones y respuestas emocionales. Desde ese momento, Kaczynski se mostró totalmente contrario a cualquier cosa que se acercara al control mental. Hasta ahí parece una reacción normal. Después fue dándole alas a sus ideas hasta que acabó mostrándose en contra de cualquier tipo de desarrollo tecnológico o científico y, más allá, en contra de todo lo que tuviera que ver con la civilización moderna.

Así lo mostraba en sumanifiesto, donde dice que “La revolución industrial y sus consecuencias han supuesto un desastre para la humanidad, en parte porque el sistema tecnoindustrial tiene que obligar a la gente a comportarse de un modo que está cada vez más alejado de los patrones naturales de la conducta humana”. Según el manifiesto, esto provoca trastorno psicológicos con personas sobresocializadas que reprimen sus inclinaciones naturales. Argumentaba, además, que la libertad se ve cada vez más amenazada y limitada por el desarrollo de la sociedad tecnoindustrial y por ello defiende la necesidad de una revolución contra ella.

Si no hubiese sido por las bombas, en principio, el texto de Kaczynski realizaba una descripción crítica de la sociedad con la que muchos pueden estar de acuerdo. Como colofón, Unabomber proponía dos únicas salidas: un giro radical que terminase con el sistema actual para recuperar así el equilibro del planeta, o un proceso sin retorno de extinción de la raza humana.

Sea o no aquel experimento psicológico el detonante de las acciones de Kaczynski, sus ideas pertenecen al contexto de lo que se llamó Neoludismo, en alusión a los los luditas británicos, artesanos que entre 1811 y 1817 protestaron porque las nuevas máquinas estaban destruyendo el empleo. Esta nueva corriente filosófica se muestra contraria al desarrollo de la tecnología y la ciencia que estaba y está ocurriendo en esta sociedad moderna. El término suele aplicar se a aquellas personas que tienen fobia a la tecnología.


El manifiesto de Unabomber, escrito con el seudónimo de Freedom Club como forma de representar a este colectivo, ha sido traducido a más de 12 idiomas.  

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