Todos lo calificaban de genio y
coincidían en que poseía casi una mente maravillosa, pero un día, decidió
separarse de la civilización, del desarrollo tecnológico y su protesta fue más
allá de una simple decisión personal. Theodore John Kackynski fue, durante
años, el terrorista más buscado de Estados Unidos. Un hombre que pudo haber
llegado donde hubiese querido, decidió luchar contra todo, a base de cartas bomba.
Kackynski, bautizado por los
medios de comunicación como Unabomber, nació en Chicago en 1942. Con tan sólo
16 años, debido a su alto cociente intelectual, ingresó en la Universidad de
Harvard, donde se graduó y obtuvo el doctorado en matemáticas sobre el análisis
complejo de la teoría de funciones geométricas por la Universidad de Michigan.
Con tan solo 25 años ya daba clases en la Universidad de California. Pero su
rápida carrera ascendente se detuvo tan solo dos años después cuando, sin razón
aparente, presentó su dimisión y decidió vivir alejado de la civilización.
Su voluntad de aislamiento llegó
a tal punto que en 1971 se construyó una cabaña alejada de todo en Montana y se
fue a vivir allí, sin luz, sin agua y sin conexión con la civilización. Vivía
de la caza y aprendió técnicas de supervivencia. Desde su pequeña guarida
comenzó una nueva carrera, esta vez delictiva: Entre 1978 y 1995, envió un
total de 16 bombas, acabando con la vida de 3 personas e hiriendo a más de 20.
Su sobrenombre, Unabomber, viene
de “University and Airline Bomber” (Terorista de Univesidades y Aerolíneas),
pues estos fueron sus principales objetivos durante nada menos que 17 años.
Durante ese tiempo, el FBI se enfrentó a una de las investigaciones más
difíciles de su historia, pues parecía imposible determinar la identidad o el
paradero real de Unabomber.
Para justificar sus actos, Unabomber
se basaba en su crítica a la sociedad moderna, totalmente basada en la
tecnología, tal y como plasmó en varios escritos firmados con el nombre de
Freedom Club (El Club de la libertad). De hecho, en 1995, dos días después de
su último atentado, envió una carta (una
sin explosivos) al New York Times, asegurando que acabaría con sus atentados si
el periódico publicaba su manifiesto. En el mes de septiembre de aquel año,
tanto el New York Times como el Washington Post publicaron aquel documento bajo
el título “La sociedad industrial y su futuro”, aunque fue más conocido
popularmente como “el manifiesto de Unabomber”.
Curiosamente, fue esa
publicación la que sentenció su fin como terrorista, después de 18 años
teniendo en jaque al FBI,
Si quieres conocer la historia completa, puedes escucharla entrando en nuestro canal de Ivoox desde aquí.
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