¿Hasta dónde puede el ser humano estar seguro de sí mismo? ¿Hasta dónde podemos afirmar que SIEMPRE seremos así?
Incluso los pensamientos más puros cambian con el tiempo. La dulzura se transforma con la misma facilidad en sabiduría que en el blanco de todas las ironías.
Nunca estaremos seguros, cuando vemos a la vida guiñarnos un ojo, si se dirige a nosotros o al que hay a nuestras espaldas. Es la propia vida la que mide nuestros actos y nos ira tropezar varias veces con la misma piedra sin hacer nada al respecto.
Dice el optimismo antropológico -ahora que parece estar tan de moda - que el hombre es bueno por naturaleza. No cabe duda de que HAY hombres buenos por naturaleza, pero, tristemente, están en peligro de extición. El darwinismo social se ha ocupado, durante años, de sonreír a los luchadores tanto como a los pisoteadores, mientras que los "hombres buenos", se quedan, la mayoría de las veces, en un segundo plano en la lucha por la supervivencia.
Esto ha construido una sociedad depredadora, sostenida por la risa burlona de la duda. No podemos saber si las palabras del otro son ciertas o no, ni siquiera podemos asegurar que cumplamos siempre nuestra propia palabra.
Hay gente que pide perdón y nadie la escucha, mientras sus lágrimas, sinceras, riegan un suelo que se estremece ante la indiferencia. La culpa es de aquellos que dicen "lo siento" mientras sus ojos brillan en busca de una estrategia para seguir haciendo trampas.
El hombre ya no es bueno, es desconfiado por naturaleza, o por fuerza. Mide con cuidado sus pasos, fijándose en borrar las huellas que no le interesan de su propio camino. Aniquila recuerdos sin mirar a los ojos a su víctima, y eso no es frialdad, es cobardía. El hombre se vuelve cobarde por miedo a verse superado. Se vuelve fuerte para ocultar sus emociones. No sube en calidad humana, sino que hace bajar a los demás.
La duda será nuestra más fiel compañera, y el frío de su inseparable soledad se irá apoderando de todo. Cuando el hombre piense que ha alcanzado la perfección y haga un alto en el camnino, se dará cuenta de que sólo le acompaña el silencio, y que es demasiado frágil para alcanzar la cima. Cuando despierte de su sueño por ser Dios, por fuerza, tendrá que darse cuenta.
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ResponderEliminarhola wapa, las dudas siempre estaran en la cabeza de los hombres xk oy en dia, aunk suene triste decirlo, no te puedes fiar de nadie al 100 por 100. Ya sabes q yo te dije k me fiaba de ti y me dijistes to esto pero aunk siempre tenga mis dudas (y tu sabes k tengo un huevo) asta k no me demuestres lo contrario, seguire confiando en ti. Un besote bombon
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