miércoles, enero 04, 2006

¿UNA EUROPA GRANDE, O UNA GRAN EUROPA?

El debate sobre la adhesión de Turquía ha dado la vuelta. Ahora, casi inexplicablemente, son los que defienden el "no" los que deben defender sus argumentos. Ampliar la Unión Europea parece convertirse en una moda más que puede terminar por desvirtuar Europa.
Quizá la conciencia nacional, no sólo de este país, sino de todos los que componen la Unión Europea, forjada en oposición a la presencia turca a lo largo de la historia, sea la que pone en marcha los prejuicios que llevan a rechazar a priori esta nueva ampliación. Pero a aquellos que aún no entendemos por qué tanto interés en que un país como Turquía se integre en Europa, tampoco nos faltan motivos.
Para empezar, habría que ver si podemos seguir llamando a esta ampliación "reunificación de Europa", como se hizo con los últimos diez países que ingresaron. Aunque Turquía haya evolucionado mucho en los últimos años, no podemos olvidar que también ha sufrido muchos retrocesos considerables y que, esos cambios que se han producido, son muy recientes y aún no han tenido tiempo de consolidarse.
Si hablamos de fronteras, es verdad que lo que acontece en cualquier parte del mundo nos afecta, de una forma o de otra, porque una persona lo sigue siendo en cualquier parte, hablando cualquier idioma y practicando cualquier religión, pero eso no significa que no existan barreras culturales, geográficas o lingüísticas. Dicen que quien no conoce la historia, está condenado a repetirla, pero parece que eso se ha olvidado en Europa. ¿Cuántos imperios indestructibles y poderosos han caído a lo largo de los siglos por no saber frenar sus conquistas a tiempo, sólo por ocupar más sitio en el mapa? La Unión Europea debería dejar de pensar eso de "a mi no me puede pasar" y plantearse dónde están esas fronteras suyas, o finalmente tendrá que elegir entre estar más unida u ocupar más territorio, entre ser una gran Unión o ser simplemente grande.
Turquía aún nos es extraña en muchos aspectos, pero no ya por el idioma o por sus costumbres, como ha ocurrido con muchos países que se han adherido a la Unión Europea en los últimos años, sino por razones mucho más importantes, como es una religión totalmente distinta a la que suponen las raíces cristianas de Europa. Para los europeos, los que no solo creemos en la potencia económica que es la Unión Europea, sino que tratamos para compartir unos valores comunes, es difícil entender que esa religión sea una forma de vida para más de un 90% de la sociedad turca y, mucho más, compartirla.
Como afirma Alfonso Rojo, "El Corán, aunque sea un libro sagrado, es totalmente lo contrario a la declaración de derechos humanos".

2 comentarios:

  1. Anónimo7:28 p. m.

    Totalmente de acuerdo, Europa morirá víctima de su propia grandeza.

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  2. Anónimo4:10 a. m.

    ¿ Qué es Europa? , ¿ Qué soy yo? Europeo, Español, Valenciano, Moreno.... Queremos abarcar tantos años de historia en tan poco tiempo que no nos va a llevar a ningún lado....

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A ver qué me dices, eh? ¡Todo tuyo!