Con tan solo veintitrés años, el ilicitano Jaume Quiles es una gran promesa del cortometraje.
En el mundo de los cortos el tamaño no es lo importante. Cuanta más emoción consigas en un mínimo espacio de tiempo, que no suele sobrepasar los quince minutos, más efectivo llegarás a ser en este pequeño gran universo. Es una tarea ardua alcanzar este objetivo en periodo tan breve de metraje. Dentro de este terreno del cortometraje, nos encontramos con Jaume Quiles, un estudiante de quinto de Periodismo de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Elche, que empezó en el teatro y dejó de lado la interpretación para dedicarse más en serio a trabajar tras la cámara. Sus inicios fueron tempranos. A los catorce años grabó su primer corto de manera casera junto a su primo, Lluís M. Campos, “Lavar… y Lavar”. Desde aquel primer corto, Jaume ha seguido dedicándose con empeño y esmero a este sueño dentro del panorama audiovisual. Para ello, ha seguido grabando más de una docena de cortos, cosechando varios premios en distintos festivales, lo que le convierte en una firme promesa dentro del mundo del cine. El último de sus trabajos, premiado al mejor cortometraje en valenciano de la IX Mostra Cine Jove d’ Elx, tiene por titulo “El fadrí que unicitat bevotejava les diades que empipen per la lletraferida quarta”. Sin duda, un título muy largo para un corto. Éste hecho está totalmente intencionado ya que consigue captar la atención desde el principio, tal y como afirma el propio Jaume. Este estilo renovador también lo ha utilizado el autor en dos de sus proyectos anteriores.
El cine es un lugar en el que es difícil hacerse un hueco. Jaume es consciente de ello y cree que el apoyo externo es fundamental para seguir creciendo como director. Ya que sin la ayuda de su productora A Cámara Lenta, la asociación de cine Malabarraca o la inestimable ayuda de Zecky Gómez, “mi mano derecha” según afirma el propio Jaume, ningún proyecto podría haberse llegado a su fin. Este joven director, con veintitrés años recién cumplidos, confiesa haber tenido bastantes altibajos a lo largo de su carrera debido sobre todo al tiempo dedicado para realizar los cortos. La mayoría de este tiempo dedicado se esfuma generalmente a la hora de buscar financiación y la distribución, debido, entre otras cosas, a la fuerte competencia existente en este campo. A pesar de ello sigue conservando la misma ilusión que desde el principio.
“En un futuro el cine va a gozar de muy buena salud por toda la gente que está haciendo cortos”, asegura Jaume intentando defender el gran trabajo realizado por los cortometristas en nuestro país. Muchos directores del cine actual han salido del corto, pero Jaume por el momento dice con mucha humildad que su paso al largometraje lo deja aparcado; ya que considera que el corto es “increíble porque cuenta una historia en 10 minutos, mientras que en una película de larga duración hay que añadir más trama”. Y es que la fascinación de contar una historia en tan breve espacio de tiempo es lo que más atrae a este joven director ilicitano. Según Jaume, el problema del cine español reside en que “casi siempre son los mismos nombres de directores que siempre hacen las mismas películas”. Por ello, reclama un lugar dentro del panorama del cine español y, por el momento, se lo está haciendo a base de trabajo y constancia, dos elementos esenciales para triunfar.
En el mundo de los cortos el tamaño no es lo importante. Cuanta más emoción consigas en un mínimo espacio de tiempo, que no suele sobrepasar los quince minutos, más efectivo llegarás a ser en este pequeño gran universo. Es una tarea ardua alcanzar este objetivo en periodo tan breve de metraje. Dentro de este terreno del cortometraje, nos encontramos con Jaume Quiles, un estudiante de quinto de Periodismo de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Elche, que empezó en el teatro y dejó de lado la interpretación para dedicarse más en serio a trabajar tras la cámara. Sus inicios fueron tempranos. A los catorce años grabó su primer corto de manera casera junto a su primo, Lluís M. Campos, “Lavar… y Lavar”. Desde aquel primer corto, Jaume ha seguido dedicándose con empeño y esmero a este sueño dentro del panorama audiovisual. Para ello, ha seguido grabando más de una docena de cortos, cosechando varios premios en distintos festivales, lo que le convierte en una firme promesa dentro del mundo del cine. El último de sus trabajos, premiado al mejor cortometraje en valenciano de la IX Mostra Cine Jove d’ Elx, tiene por titulo “El fadrí que unicitat bevotejava les diades que empipen per la lletraferida quarta”. Sin duda, un título muy largo para un corto. Éste hecho está totalmente intencionado ya que consigue captar la atención desde el principio, tal y como afirma el propio Jaume. Este estilo renovador también lo ha utilizado el autor en dos de sus proyectos anteriores.
El cine es un lugar en el que es difícil hacerse un hueco. Jaume es consciente de ello y cree que el apoyo externo es fundamental para seguir creciendo como director. Ya que sin la ayuda de su productora A Cámara Lenta, la asociación de cine Malabarraca o la inestimable ayuda de Zecky Gómez, “mi mano derecha” según afirma el propio Jaume, ningún proyecto podría haberse llegado a su fin. Este joven director, con veintitrés años recién cumplidos, confiesa haber tenido bastantes altibajos a lo largo de su carrera debido sobre todo al tiempo dedicado para realizar los cortos. La mayoría de este tiempo dedicado se esfuma generalmente a la hora de buscar financiación y la distribución, debido, entre otras cosas, a la fuerte competencia existente en este campo. A pesar de ello sigue conservando la misma ilusión que desde el principio.
“En un futuro el cine va a gozar de muy buena salud por toda la gente que está haciendo cortos”, asegura Jaume intentando defender el gran trabajo realizado por los cortometristas en nuestro país. Muchos directores del cine actual han salido del corto, pero Jaume por el momento dice con mucha humildad que su paso al largometraje lo deja aparcado; ya que considera que el corto es “increíble porque cuenta una historia en 10 minutos, mientras que en una película de larga duración hay que añadir más trama”. Y es que la fascinación de contar una historia en tan breve espacio de tiempo es lo que más atrae a este joven director ilicitano. Según Jaume, el problema del cine español reside en que “casi siempre son los mismos nombres de directores que siempre hacen las mismas películas”. Por ello, reclama un lugar dentro del panorama del cine español y, por el momento, se lo está haciendo a base de trabajo y constancia, dos elementos esenciales para triunfar.
J.L.Moreno Ghersi
Hola Amy! muchas gracias por el artículo, es una lastima que los de Valencia lo recortaran porque tal y como esta, me parece perfecto.
ResponderEliminarMuchas gracias y ánimo para seguir trabajando como hasta ahora.
Un saludo